Xinwei y la ‘conexión militar’

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Beijing. Existen 218 jets ejecutivos Dassault Falcon 7x en circulación y su precio promedio es de US$50 millones.

 Cuando el gobierno de Nicolás Sarkozy adquirió uno de ellos para que el presidente de Francia viajara en él con su esposa, la cantante Carla Bruni, la prensa francesa le puso al avión el jocoso apodo “Carla One”.

Este mismo modelo de jet fue adquirido en el 2013 por el gobierno de Rafael Correa, en Ecuador, como segundo avión presidencial. Es también el avión presidencial del gobierno de Namibia. Alberto II, príncipe de Mónaco, cuya fortuna está avaluada en US$1.000 millones, utiliza el Dassault Falcon 7x como avión privado.

El “Wang One”

La aeronave que aterriza en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino de Managua, cuando Wang Jing, el dueño de Hong Kong Nicaragua Development (HKND) visita el país, es también un Dassault Falcon 7x.

Es, si se quiere, el “Wang One”.

Lo adquirió hace poco más de seis meses y el traslado se realizó en la Isla de Man, un diminuto país que se halla en el estrecho que separa a Irlanda y Gran Bretaña. Específicamente, el traspaso se hizo el 4 de abril de 2014, y su dueño anterior era la Organización Pritzker (Pritzker Organization Llc), una empresa de la familia Pritzker, que son los fundadores de la cadena de hoteles Hyatt.

El jet ha sido empleado para viajar a Estados Unidos, como lo demuestra un registro de vuelo del 9 de julio de 2014, fecha en la que aterrizó a las 22:19:47 horas en el aeropuerto de Woodbridge, Virginia, a 20 millas de Washington D.C., ciudad donde vive el vocero de HKND, Ronald McLean, ex funcionario del Banco Mundial y ex candidato presidencial de Bolivia.

La matrícula del avión es la 43E9EF y su marca de registro es M-HKND. El jet, sin embargo, a pesar de llevar pintado en los costados el logo de HKND, no está registrado a nombre de esta compañía. El traspaso se hizo de la Pritzker Organization Llc, a Skyrizon Aircraft Holdings Limited, con sede en las Islas Vírgenes Británicas. Skyrizon Aircraft Holdings Limited es tan sólo una de las muchas compañías de la red que ha creado Wang Jing.

Las empresas de Wang Jing

Las compañías en las que Wang Jing es el socio mayoritario son 21, según un informe presentado por la consultora Essence Securities Co. Ltd. en marzo de 2014. Según este mismo informe, ninguna fue creada con un capital superior a los 200 mil dólares. En detalle las empresas son:

1) Skyrizon Aircraft Holdings Ltd., que es la compañía a nombre de la cual está registrado el jet Dassault Falcon 7x, y que tiene sede en las Islas Vírgenes Británicas. El propósito de la compañía es la inversión en aviación. Fue creada en marzo de 2013.

2) Southeast Asia (Cambodia) Agriculture Development Group Inc., es la primera empresa que Wang Jing creó. Lo hizo el 15 de septiembre de 2009 en Camboya y su propósito es la inversión en agricultura, aunque según la agencia de prensa Reuters, ha estado involucrada en minería.

3) Beijing Tianguan Culture Media Ltd. Fue creada el 25 de abril de 2013 en Beijing, con un capital inicial de 1 millón de yuanes (aproximadamente 160.000 dólares), con el objeto de “realizar operaciones en el campo de la cultura y las artes”.

4) Beijing Guanwei Sports Culture Communication Ltd. Fue creada el 25 de abril de 2013 en Beijing, con un capital inicial de 1 millón de yuanes (aproximadamente 160.000 dólares), con el objeto de “realizar operaciones en el campo de los deportes y la cultura”.

5) Beijing Xinwei Tongxin Technology Corp., de la que hablaremos más adelante en detalle, es mejor conocida como Xinwei. Esta empresa ha multiplicado la fortuna de Wang Jing, y su participación mayoritaria de 36,97% es su activo más valioso. Durante los últimos dos años se ha expandido al mercado internacional y tiene varias subsidiarias en China y en otros países en los que opera.

6) Beijing Dayang Xinhe (New River) Investment Management Ltd., es la empresa madre de la red de quince empresas que constituye Hong Kong Nicaragua Development, o HKND. Está constituida como un holding de inversiones del que Wang Jing es 100% propietario.

La red de empresas transnacionales de Wang Jing que tienen que ver con el canal de Nicaragua es una repetitiva cadena de compañías que tienen casi el mismo nombre, y ninguna fue creada con más de 50.000 dólares de capital.

En las Islas Caimán fueron creadas otras cinco con un capital de 50.000 dólares cada una, y su objeto es el proyecto del canal. Todas se crearon en noviembre de 2012. También tienen este mismo objeto las seis compañías que se crearon en Holanda, todas en diciembre de 2012, salvo una, Nicaragua Infrastructure Development Coöperatief U.A., en marzo de 2013. Las quince tejen una cadena, y a veces incluso red, en las que unas son dueñas de las otras.

Las compañías que hacen parte del grupo HKND están registradas en China, Hong Kong, las Islas Caimán, los Países Bajos y Nicaragua. En Hong Kong, la compañía Conson Secretarial Limited administra los temas de secretaría general de una compañía en la que Wang Jing conserva la presidencia ejecutiva. En el registro empresarial que estableció Wang Jing en Hong Kong, para el HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Limited, no sale otro nombre que el de su persona.

“Sería casi imposible demandar a este personaje”, dijo un abogado miembro de una organización no gubernamental que trata temas ambientales, y que fue consultada en China durante el trascurso de esta investigación. La fuente pidió permanecer anónima y dijo que ofrecía sus opiniones a título personal, y no como vocero de la organización. Al responder a la pregunta de si este podría ser el propósito de elaborar una red de compañías, para protegerse de posibles demandas, este abogado dijo que sí. “Esta red de empresas internacionales haría muy larga, dispendiosa y difícil la tarea de interponer una demanda”.

Preguntamos si eso incluía demandas en caso de incumplimientos de contratos u obligaciones por parte del proyecto del canal de Nicaragua: “Por supuesto”, fue la respuesta. También aclaró que las empresas podrían ser fundadas en estos países para lograr una tributación más baja.

El cerebro de la red militar


 El 9 de octubre de 2014, el banco de inversión chino Guotai Jun’an Securities publicó un informe en el que decía que el sistema de información de Xinwei estaba trabajando en lo que sería el “cerebro de la futura red militar” de China. Es una referencia general que se hace a los proyectos que Xinwei apoya en un campo llamado “comunicaciones especiales”, y se refiere a las comunicaciones de las fuerzas militares.

“Todas mis compañías son inversiones personales y no tienen nada que ver con Xinwei”, le aclaró Wang Jing a la revista financiera Caixin durante una entrevista. En efecto, de la lista de empresas que fueron descritas, Xinwei es la única que no fue creada por Wang Jing. La compañía, que en chino quiere decir “el poder de la información” tiene una historia más larga, aunque desde hace relativamente poco Wang Jing ha desempeñado un papel decisivo en ella.

Xinwei fue creada en la provincia de Chongqing en 1995. La compañía tiene dos etapas en su historia. Entre 1995 y el 2005, fue una de las que gozó de las ventajas económicas que ofreció la ampliación de tecnología en internet y fue una de las compañías que ayudó a montar la red 3G.

Entre 2006 y 2010 Xinwei entró en decadencia. Según registros consultados durante esta investigación, la compañía pasó de tener 1.792 empleados en 2006, a 671 empleados en 2008. Algunos de los factores que la afectaron fueron la reestructuración de la industria de las telecomunicaciones.

Cuando fue liderada por Wang Jing la compañía tuvo un cambio radical. Gracias a una estrategia de compra y recompra en la que una compañía con mayor reconocimiento, Datang, jugó un importante papel, Wang Jing logró recapitalizar una empresa que parecía perdida. En 10 meses el valor de las acciones aumentó de 1 yuan a 79,2 yuanes, gracias a que invitó a grupos de inversión de activos privados y agencias de inversión, como Cybernaut, de Beijing.

Después de cotizar las acciones de Xinwei en la Bolsa de Valores de Shanghai, Wang reunió el capital de casi 50 inversionistas nuevos, entre empresas e individuos, y aseguró una porción mayoritaria de 36,97%. La maniobra hizo de Wang Jing un billonario.

A partir de esta capitalización, Xinwei se ha presentado como la garantía bancaria para todos los préstamos bancarios en los que debe apoyarse para expandirse a países como Nicaragua, Ucrania, Cambodia, Chipre, Tanzania y Zimbabue, entre otros.

Un comentarista de mercados dijo al China Business Journal que “este modelo no es sostenible”, a causa de los continuos apalancamientos que no generan suficientes retornos reales, pero sí mucho dinero en el papel.

“Industrias especiales”, satélites  y el ejército

Un ingeniero chino consultado durante esta investigación, explicó que “la tecnología actual de Xinwei es un poco distinta a lo que está tratando de emplearse actualmente en China”. Xinwei ha realizado importantes esfuerzos por exportar esta tecnología. En China, sin embargo, su objetivo ha sido involucrarse más en las redes privadas industriales, y en las llamadas “comunicaciones especiales”. Es decir, proyectos gubernamentales vinculados al ejército, más que en el gran mercado local de las telecomunicaciones privadas individuales.

Según la revista financiera Caixin, las “industrias especiales” se refieren a las que se relacionan con intereses nacionales, como lo militar y la seguridad pública. Aunque debe cumplir requisitos más altos de seguridad y confianza, el de la seguridad es un mercado de altas ganancias donde lo importante es lograr la aprobación oficial. Xinwei ha obtenido certificaciones de venta por parte del Departamento General de Armamento del Ejército Popular de Liberación y la Comisión Estatal de Ciencia y de Tecnología, permitiéndole vender sus equipos y sus servicios directamente a las fuerzas armadas.

Cuando el banco de inversión Guotai Jun’an Securities dijo que Xinwei trabajaba en el “cerebro de la futura red militar”, se refería entre otros a los desarrollos de Xinwei con el tema satelital y de ubicación en el espacio terrestre.

Xinwei intenta colaborar en la construcción de un proyecto de internet que conecte a objetos en la superficie de la Tierra, con vehículos aéreos y vehículos espaciales.

Trabaja, también, en proyectos de comunicación satelital que pueden tener usos civiles o militares. Xinwei y la Universidad de Tsinghua, en una empresa conjunta, lanzaron hace aproximadamente un mes un satélite al espacio.

El pasado 26 de octubre, durante una rueda de prensa que dio en Beijing, Wang Jing anunció que Xinwei planea “lanzar cuatro satélites en un cohete durante los próximos tres años, para eventualmente montar una constelación de comunicaciones para móviles de 32 satélites”. Añadió que la misión estaría lista “antes del aniversario 70 de la creación de la República Popular de China”.

Sin embargo, en el futuro próximo es probable que Xinwei no sea la única empresa que goce este privilegio, pues el Consejo Estatal, la principal autoridad administrativa de China, anunció el 24 de octubre que abriría a más inversionistas privados el mercado para la infraestructura espacial de telecomunicaciones.

Por último, Xinwei participa en el desarrollo de Sistemas de Navegación Satelital BeiDou, que serían al equivalente al GPS de Estados Unidos. Este, sin embargo, dependería de satélites y telecomunicaciones sobre los que el gobierno de China tendría un control más directo.

Durante una entrevista con el diario chino Global Times, Wang Jing dijo que “no tengo conexiones con el ejército”.

Si por “conexiones”, se refiere a que en sus inversiones privadas los miembros del Ejército Popular de Liberación de China no son socios, ningún documento consultado dice que Wang miente.

Sin embargo, los programas militares son clientes cada vez más importantes de la compañía que representa la mayor cuantía del valor de sus activos. Al punto de ser apodada “el futuro cerebro de la red militar de China”. En ese sentido, Wang Jing tiene relaciones de negocios con la institución militar.

Una fuente vinculada a las fuerzas militares, que fue consultada durante esta investigación, dijo no haber oído hablar de Xinwei, pero cuando se le explicó el proyecto en el que estaba trabajando la empresa de telecomunicaciones dijo: “Es posible que la compañía tenga como cliente al ejército”. Con respecto a un posible interés del ejército de China en Nicaragua dijo: “No creo que pueda haber un interés importante del ejército de China en Nicaragua. Es que se trata de un país bastante alejado de sus intereses inmediatos”.

“El loco del canal”

Laureano Ortega junto a Wang-Jing en el aeropuerto de Managua. EFE/Cortesía presidencia

Por lo pronto, algunos comentaristas en redes sociales han divulgado la versión de que Wang Jing puede ser el nieto de Wang Zhen (1908 – 1993), uno de los “ocho ancianos” del Partido Comunista de China, y una influyente figura militar y política.

“No sé si esto pueda ser cierto, finalmente es un comentario en internet. Pero en China los rumores en internet a menudo son más confiables que la información impresa”, dijo un periodista cercano al tema.

En la prensa china, específicamente el diario Shanghái Securities News, propiedad de la Agencia de Noticias de Shanghái y el único medio autorizado para publicar información oficial de la bolsa de esta ciudad. Wang Jing fue apodado como “El loco del canal”.  Esto porque a pesar de las reiteradas preguntas sobre su pasado, “el hombre es un misterio para nosotros”, según dijo un periodista de uno de los principales diarios financieros. En la prensa de este país no se ha podido explicar cómo Wang Jing reunirá el capital para una obra de más de US$50.000 millones.

El Ministerio de Comercio de China lanzó en el año 2012 una advertencia en torno a este proyecto y recomendó a las empresas chinas que no participaran en él. Sin embargo, las compañías estatales no parecen haber seguido esta recomendación, pues la China Railway Company, el Instituto de Consultas y Planeación de Changjiang, la Civil Aviation Engineering Consulting Company of China y Shenzhen Planning Consultants están desarrollando diseños para los proyectos de hotelería y zonas de libre comercio, además de un aeropuerto, que serían adjuntos a la mega-construcción del canal.

Consulte el especial completo 

 



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